BBC
Científicos implantaron de forma experimental un "ojo biónico" que podría en el futuro ayudar a restaurar la visión de personas invidentes.
El equipo del Hospital de Ojos Moorfields, en Londres, llevó a cabo la operación pionera como parte de un estudio clínico para probar el nuevo tratamiento.
El ojo artificial -el primero en su tipo- fue implantado con éxito en dos operaciones con pacientes invidentes.
Pero la técnica ya fue probada con éxito en México como explicó a BBC Ciencia doctor Arturo Santos García, Director del Centro de Retina Médica y Quirúrgica en Guadalajara, el primero en implantar esta tecnología.
"Se trata de una prótesis visual con base en retina -dice el experto- que incorpora una cámara de video y un transmisor que van colocados en anteojos".
Éstos están vinculados a una retina artificial que transmite las imágenes en movimiento a través del nervio óptico hasta el cerebro.
Y permite al paciente discriminar imágenes rudimentarias de movimiento, luz y oscuridad, explica el especialista.
Según los investigadores, el ojo artificial -desarrollado por la empresa estadounidense Second Sight- ha logrado restaurar un nivel básico de visión a los pacientes operados.
Argus II
Estas operaciones forman parte de los ensayos clínicos internacionales de la tecnología, conocida como Implante de Retina Argus II.
El objetivo es ayudar a la gente que perdió la vista a causa de retinitis pigmentosa, un grupo de enfermedades oculares hereditarias que afecta a la retina.
La retinitis pigmentosa es una enfermedad progresiva que puede diagnosticarse durante la infancia.
Se cree que es causada principalmente por mutaciones genéticas heredados de uno o ambos padres.
Estos genes no son capaces de dar las instrucciones correctas a las células fotoreceptoras, con lo que éstas producen una proteína incorrecta, muy pocas o demasiadas proteínas, por lo cual no pueden funcionar adecuadamente.
"Hay que recordar que los pacientes con retinitis pigmentosa tienen algún problema en algunas de las capas de la retina y no en la totalidad" afirma el doctor Santos.
"Y lo que estamos reemplazando con el dispositivo electrónico son las capas externas de la retina, los fotoreceptores", agrega.
"Pero tenemos evidencia de que todavía hay comunicación del "cableado natural" entre la retina y cerebro y es el que se utiliza con este dispositivo electrónico para enviar las señales hacia el cerebro".
Dramático
El ojo artificial Argos II utiliza una video cámara que capta imágenes, y éstas se convierten en señales eléctricas que se transmiten de forma inalámbrica al implante que se coloca detrás de la retina.
Los electrodos en el implante descomponen las señales para crear una imagen cruda en blanco y negro que es enviada por el nervio óptico hacia el cerebro.
El cerebro entonces puede percibir los patrones de luz y puntos de oscuridad correspondientes a los electrodos estimulados.
Según los investigadores, la cámara es pequeñísima y utiliza muy poca energía por lo cual puede ser colocada dentro del ojo y unir el movimiento del ojo hacia donde la cámara está ubicada.
Tal como señala el doctor Santos, el Argus II está diseñado para los pacientes con retinitis pigmentosa que ya han perdido la vista totalmente o sólo ven muy poca luz.
"Se seleccionó la retinitis pigmentosa porque es un modelo ideal donde en forma selectiva se dañan algunas capas de la retina", explica el científico.
"Pero el objetivo es que podamos usar el dispositivo en otras enfermedades oculares", agrega.
Aunque todavía está en sus primeras etapas, los investigadores creen que el Argus II podría estar disponible en unos 3 a 5 años.
"Hay que ser conscientes de que en esta etapa la visión que logramos restaurar es una visión artificial", afirma Arturo Santos.
"Es una visión bastante básica que permite distinguir objetos con una resolución baja".
"Pero para alguien que es totalmente ciego, es un resultado muy dramático", dice el experto.
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