domingo, 1 de junio de 2008

La religion despiadada

Del sitio del mismo autor, me robo un texto, me agrado la despiedad que hace notar y recalcar

Vuestra humilde eminencia

“Esa seda que rebaja

tus procederes cristianos

obra fue de los gusanos

que labraron tu mortaja.

También en la región baja

la tuya han de devorar.

¿De qué te puedes jactar,

ni en qué tus glorias consisten

si unos gusanos te visten

y otros te han de desnudar?”

Pedro Calderón de la Barca.


La pose es de estrella de cine, un orgulloso Marlon Brando, o más bien un Pedro Armendáriz sin bigote; la mirada desafiante, la postura de frente con el pecho "echado pa'delante", y con esa sonrisa de autosuficiencia, o como decimos por el norte, de "perdonavidas".


Si fuera congruente con lo que predica, la palabra que debería describirlo seria "humildad"; sin embargo la que mejor lo hace y no creo que sea involuntario se llama "opulencia".

Hablo por supuesto de la nueva estrella de la revista "Quién", el cardenal de Guadalajara Juan Sandoval Iñiguez.


¿Qué pasa por la cabeza de alguien que se supone debe representar la sencillez de un humilde carpintero de Nazaret y escoge hacerlo presumiendo su caserona de Guadalajara?


Sera que piensa que al fin y al cabo ya se lo gano, puesto que esta por retirarse a descansar (¿de qué?).


¿Sera que piensa que la mejor forma de representar al más grande de los hombres (en palabras de la Iglesia católica) es con la más grande de las casas? (Como el Vaticano pero en chiquito).


Y aun se les hace raro que confundieran al arzobispo Juan Jesús Posadas Ocampo con el Chapo Guzmán, de haber ido al aeropuerto montado en un burro nadie le hubiera hecho el más mínimo caso.


El mensaje de la biblia es dicotomía pura, bien podemos encontrar pasajes donde el sacrificio es la piedra angular del mensaje, o bien podemos encontrar pasajes donde la grandeza y el lujo se alabe y se justifique porque Dios lo merece.


Pero cosa rara, generalmente los representantes de Dios en la tierra prefieren dejar bien claro que Dios merece lo mejor de los lujos y que lo merecen ellos en su nombre por extensión y representatividad.


Entre mayor jerarquía mayor lujo, la humildad y sencillez se lo dejan a los principiantes y a los fieles.


Una notable excepción fue Francisco de Asís, fundador de una orden que sigue siendo dolor de cabeza para los amantes de la ostentación, y que renuncio a los lujos para dedicarle su vida a los pobres y a los animales.


Don Juan Sandoval deja claro en el reportaje de la revista que también le gustan los animales, tiene cinco perros, un pavorreal, un perico, y un changuito, estos dos últimos en sus respectivas jaulas.


¿Cómo puede un personaje ser tan cínico para conceder una entrevista a una revista de sociedad como si acaba de inventar la vacuna contra el cáncer o escribir la mejor de las novelas de ficción y hablar todos los días de humildad y sacrificio? (aunque para su descargo le concedo que su campo es el de la ficción).


La respuesta está en la imagen de portada, con su gran crucifico de oro colgado al pecho y con su mano que trata de no ocultar su gran anillo del mismo metal.


Lo que dice o grita sin decir palabras es:

· "Mírenme, estoy del otro lado. Venérenme porque soy grande, no tengo nada que esconder porque soy todo público, a nadie le rindo cuentas, ya no necesito ni al Papa y me gane lo que tengo porque soy el representante de Dios en la tierra."

· Soy la humildad encarnada, soy quien puede perdonarlos, y si tienen suerte hasta les de un autógrafo.

· Soy, si no fuera por Raul Salinas, por Mijares y Lucero, quien mejor adorna la revista "Quien" de Marzo.


Y pensar que uno de su calaña bautizara a mi hijo.


Juan Carlos Bujanda Benitez

Abril 11, 2008.