La estupidez humana puede llevar a la muerte, pero no me refiero a bush y a los gabachos en guerra, tampoco a fecal y a los mexicanos con su disque guerra al narco, ni tampoco a los venezonalonos con hugo chavez.
Me refiero a la locura que ahora todo mundo tiene con los celulares, si creen que alguien no se puede morir ahogado con 30 cm de agua, pues estaban muy equivocados chequen esta noticia, una verdadera estupidez que acaba en tragedia.
Un hombre de 41 años falleció el pasado miércoles en la localidad norteamericana de Sheboygan (Milwaukee), al tratar de recuperar el teléfono móvil del fondo de la alcantarilla donde había caído.
Según los testigos del accidente, la víctima trató primero de atrapar el teléfono con un rastrillo de jardín, y al no conseguirlo retiró la reja protectora de la alcantarilla y se metió de cabeza en el interior de la misma para intentar cogerlo con la mano. Según el diario Milwaukee Sentinel Journal, el hombre, que pesaba más de 130 kilos, quedó atrapado en el agujero y se ahogó en los 30 centímetros de agua que había en el fondo, pese a los esfuerzos de los transeúntes por sacarle. Cuando por fin llegaron los bomberos, no pudieron hacer más que certificar su fallecimiento y comprobar que, efectivamente, el teléfono estaba en el fondo de la alcantarilla.
Se han registrado otros incidentes parecidos, aunque sin el trágico final de éste. En octubre de 2003, los bomberos de Nueva York tardaron una hora y media en liberar a un ciudadano cuyo brazo había quedado atrapado en uno de los inodoros de la estación Grand Central, tratando de recuperar su teléfono móvil perdido.
Y es que la caída del teléfono móvil en el inodoro es un incidente muy frecuente. Sólo en el Reino Unido, se pierden 855.000 terminales cada año al tirar de la cadena. Algunos fabricantes han desarrollado un sistema que indica si el aparato ha estado sumergido en el agua, p
lunes, 16 de julio de 2007
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